Concepto del mes de febrero del 2017: Lugar de trabajo fuera de casa

 

Llevo nueve años consecutivos trabajando cómo autónomo. Con el paso del tiempo, consigo cada vez más aceptar sólo los encargos que me gustan. Otra cosa que siempre me ha parecido importante, es la posibilidad de trabajar desde casa. Pero en nivel personal ha cambiado mucho más durante esos nueve años. Ha llegado el momento para abandonar el nido de vez en cuando por motivos profesionales también, así dándoles espacio a mi chica y los peques. Y como pasar un día entero arqueando la espalda, sentado en una mesa desvencijada de un bar o la biblioteca, no lo aguantarían mis extremidades propensas a la tendinitis, me busqué y encontré un lugar de trabajo fuera de casa.

 

El lugar de trabajo fuera de casa sobre todo se distingue de mi lugar de trabajo en casa en sentido estético. Es que está presente gente desconocida. En casa, puedo hacer una larga visita al baño dejando la puerta abierta en cualquier momento y ponerme detrás de la pantalla en albornoz. O en ropa sucia, si acabo de llevar los niños a su propio lugar de trabajo.

 

Ahora paso un día a la semana a cinco minutos en bici desde casa. Aquí trabajo en una mesa mejor, con una conexión de internet mejor y con una actitud más profesional que en casa. Será porque, aunque no hay nadie que me presione, tengo la sensación de que los otros ocupantes de esta oficina –suelen ser tres chicos de una agencia de contratación- esperan de mi que sigo trabajando en firme. Y es porque este lugar no es para ver los resúmenes del fútbol, jugar al Wordfeud o repasar las fotos de vacaciones. Es un lugar de trabajo. ¿También es un lugar para escribir un blog? Ahora sí.

 

El paseo en bici es agradable. Los otros son tranquilos y amables . Trabajo mucho aquí. No me había esperado que un lugar de trabajo fuera casa me gustaría. Ni solamente un día por semana. Me consideré afortunado por poder trabajar desde casa y así escaparme del estrangulamiento de un obligatorio viaje diario y largas horas encerrado en una oficina. Pero ahora tengo lo mejor de ambos mundos. Aquí puedo trabajar lo más duro que me apetezca y completamente según mis propias preferencias. Es mucho. Ojo, que este lugar no es mi oficina, ni mi trabajo ni mi empleador. Eso lo tengo en casa. Creo que es sólo por esto que puedo disfrutar de mi propio lugar de trabajo fuera de casa.

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